MOSCÚ:

                         Rusia  es una nación contradictoria.- A un pasado de magnífico esplendor le siguió la época del proletariado gris y sin matices  y en los últimos años surge de sus cenizas y encara con optimismo el futuro.- Pero no es así en el caso de todos.- Junto a una joven vestida a la última moda coexiste una mujer mayor que todavía añora los tiempos del estado protector y dirigista.-

                                   El turismo no puede escapar a estas discrepancias.- En Moscú, primera escala de nuestro viaje el hotel 4* donde nos ubicamos, a 2 cuadras de la Plaza Roja y una de la Gran Plaza era tan malo que uno no sabía si reír...o llorar.- De entrada nadie hablaba inglés, con 32 grados de calor el aire acondicionado no existía, las ventanas no abrían y la heladera de la habitación no funcionaba, por nombrar lo mínimo, aunque hay más.- Pero si Uds saltan estos inconvenientes, con seguridad lo pasarán muy bien.-                              

 

                                   Los jardines que bordean un lado del Kremlin son hermosos y guardan entre sus plantas una curiosa colección de estatuas en bronce.- La Plaza Roja, inmensa, (695 x 103 mts) hace temblar con el recuerdo de los acontecimientos que se sucedieron a lo largo de los siglos y ocupa otro lateral.- A un lado, los almacenes GUM, o estatales con más de 160 tiendas.- Al fondo, contemplando indiferente el ir y venir  de  la gente “La Catedral de San Basilio” construida por orden de Iván el Terrible.- No hay duda que el nombre al Zar fue bien puesto: Terminada la catedral éste preguntó preguntó a los arquitectos si serían capaces de construir algo más hermoso.- Los pobres contestaron que sí!.....entonces Iván mandó cegarlos.-

                                                      

                                                          

                                   El Kremlin guarda en sus murallas una cantidad de palacios, salas de música y una plaza de las catedrales, que alberga  verdaderas joyas de la pintura rusa.- Vale la pena conocerlas y llevarse algún suvenir para casa, pero cuidado: a la hora de cierrar suspenden abruptamente y no les interesa cuántos turistas hay adentro: LOS ECHAN.- En una plaza está el cañón del zar, el más grande del mundo, junto con sus balas.- Lástima que nunca pudo ser disparado.-

                                                                    

                             Del lado de afuera el panteón donde reposa Lenin, que puede visitarse y conocerlo en persona, a condición de hacerlo en silencio y NO SACAR FOTOS.- Es impresionante lo bien conservado que está el cuerpo, que parece que durmiera.- Una advertencia: nos contaron que algunas personas vestidas como soldados, ofrecen por u$s 50.- llevarlos a la noche a sacarle una foto. Ni se les ocurra.-

                                               

                             Los subtes son una obra de arte cada uno de ellos. Sorprende la profundidad  (las escaleras dan vértigo) y todos fueron hechos con bocetos de diferentes artistas y por arquitectos importantes. Imprescindible conocer varios.- 

                 

                         La calle Rabat , uno de los centros turísticos más visitados no sólo para conocer una de las calles más antiguas y sus monumentos sino para comprar los típicos souvenir rusos.- 

                                              

                     TREN DESDE MOSCU A SAN PETERSBURGO 

 

                                   Es sumamente confortable y, por durar toda la noche, se viaja en camarotes con 4 literas.- Atención que si no son 4, puede compartir con cualquiera, aunque en general no hay problema.- La ropa de cama está lista para que Ud. la tienda como quiera y se acueste hasta la mañana siguiente, donde vendrán a despertarlo con una bandeja que contiene un desayuno ligero.- La atención es muy buena y por ser trenes antiguos pero elegantes y bien conservados, uno espera que en cualquier momento se asome Ana Karenina a saludarnos o Anastasia que se perdió en la historia de este país de Zares, Lenin, Rasputín.-

 

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